Humedad relativa

August 2021

1. Descripción

La humedad relativa (%) expresa el grado de saturación del aire a partir de la relación entre la cantidad de vapor de agua contenida en el aire (humedad absoluta) y la máxima cantidad de vapor de agua que el aire sería capaz de contener a esa misma temperatura (humedad de saturación). Su valor, por lo tanto, depende de la temperatura interior del aire y es un claro indicador de la cantidad de vapor de agua presente en el aire interior.
La humedad absoluta (g/m³) es la cantidad de vapor de agua contenido en un determinado volumen de aire.

2. Niveles recomendados

La humedad relativa ideal para una temperatura normal del interior de un espacio habitado se sitúa entre el 45 y el 50% de humedad, con un margen de valores recomendables entre el 40 y el 60%.

3. Rangos My inBiot

4. Unidad de medida

La humedad relativa del aire interior se expresa como cociente (%) entre la cantidad de agua que el aire realmente contiene a una determinada temperatura y la cantidad que podría contener si estuviera saturado a la misma temperatura.

5. Fuentes

Las fuentes más comunes de una humedad relativa elevada en un espacio interior se deben a un exceso de vapor de agua contenido en el aire interior, cuyo origen puede estar en:

  • Condensaciones: es una de las principales causas de aparición de humedad en un espacio interior. Esta se genera cuando el aire interior, cargado de vapor de agua debido al uso normal de un edificio (respiración, evaporación de agua en cocinas o baños…), entra en contacto con las superficies frías de cerramientos exteriores.
  • Capilaridad: las humedades por capilaridad se producen debido al proceso natural de ascenso capilar del agua contenida en el subsuelo a través de los materiales de construcción en contacto con el terreno (cimentaciones, soleras, zócalos), sin una adecuada barrera horizontal impermeable que impida este ascenso capilar.
  • Patologías constructivas debido a una incorrecta ejecución de detalles constructivos y/o impermeabilizaciones, que conllevan la filtración de agua en el interior del edificio o al humedecimiento de los materiales de construcción. Esto supone, por un lado, la pérdida de sus propiedades físicas básicas, así como un mayor riesgo de proliferación de moho por una consecuente tasa de humedad relativa elevada.
  • Condiciones meteorológicas externas con alta humedad ambiental.
  • Utilización del edificio: la ocupación humana es fuente de emisión de vapor de agua. Una persona en estado de reposo emite aproximadamente 60 gramos de vapor de agua por hora, en función de las condiciones interiores de humedad y temperatura, así como de la actividad.

6. Beneficios de niveles óptimos  

Durante el proceso de inspirar y espirar, con una humedad ambiental adecuada desde el punto de vista fisiológico de entre un 45 y un 50%, el aire exhalado es capaz de absorber mayor cantidad de vapor de agua que con una humedad relativa más elevada. Y este hecho es beneficioso ya que durante la espiración expelemos sustancias tóxicas resultantes de nuestra propia actividad metabólica.
La humedad relativa debe mantenerse entre el 40 y el 60%. Valores puntual y ligeramente inferiores no deberían ser motivo de alarma. La humedad relativa depende de la temperatura ambiente, por lo que una ligera bajada en este parámetro hará aumentar la HR.

7. Riesgos de niveles inadecuados

La humedad contenida en el aire modifica en gran medida sus propiedades e influye enormemente en el confort de las personas. Desde el punto de vista fisiológico, en un espacio con elevada humedad atmosférica se respira con mayor dificultad. Aumenta además la proporción de gérmenes patógenos en el aire y existe una mayor probabilidad de proliferación de mohos, con mayor riesgo de desarrollar enfermedades fúngicas y reacciones alérgicas por contacto con esporas y mohos. El aire húmedo produce sensación de fatiga y genera malos olores. Además hay que tener en cuenta un mayor deterioro de los materiales de construcción, un mayor consumo energético y el mayor riesgo de proliferación de mohos.

Por otro lado, los niveles de humedad muy bajos contribuyen a la irritación y sequedad de las mucosas respiratorias y oculares – garganta seca, resfriados, sequedad ocular, molestias cutáneas. Además, hay una mayor proliferación de polvo y microorganismos en suspensión y se favorece la carga electrostática sobre la superficie de paramentos y mobiliario.

8. Recomendaciones de mejora

Las recomendaciones básicas para mejorar los efectos de una humedad relativa excesivamente alta o baja se basan principalmente en las siguientes recomendaciones:

  • Evitar cualquier situación con HR >60%. Esto implica vigilar las principales fuentes de generación de humedad dentro del edificio, los posibles puentes térmicos, condensaciones superficiales e intersticiales, posibles fugas o posibles patologías constructivas que causen esta humedad relativa elevada.
  • Emplear materiales de acabado y equipamiento que no generen ni acumulen polvo.
  • Utilizar sistemas de filtrado y aspirado con filtros de alta eficiencia tipo HEPA y limpiar adecuadamente cualquier acumulación de polvo en radiadores para evitar polvo en suspensión.
  • Fomentar la utilización de materiales con propiedades higroscópicas que permitan la amortiguación de fluctuaciones de humedad debido a un uso normal del edificio (cocinas, baños, dormitorios).
  • Optimizar el sistema de ventilación para garantizar la ventilación puntual necesaria para picos de producción de humedad interior y la ventilación continua para una óptima calidad del aire interior.
  • Para humedades relativas bajas de forma continuada es recomendable la utilización de plantas de interior.
  • Se debe vigilar la utilización de humidificadores o deshumidificadores por el alto riesgo de favorecer la proliferación de gérmenes. En caso de ser imprescindible su utilización, se recomienda programar su funcionamiento en base a valores medidos reales.

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