Monitorización continua: el verdadero pilar del cumplimiento WELL

María Figols

La calidad del aire interior (IAQ) ya no es un simple “extra”. Hoy es un requisito esencial para proteger la salud, mejorar el bienestar y alcanzar certificaciones como la certificación WELL. Organismos como la OMS y ASHRAE llevan años destacando que un aire limpio y controlado reduce enfermedades, mejora la productividad e incluso protege la función cognitiva. No es casualidad que WELL sitúe el aire como el primer concepto de su certificación.

La realidad es clara: una única medición no refleja lo que sucede en un edificio día tras día. El cumplimiento WELL real exige monitorización continua, porque solo los datos constantes aseguran que las condiciones interiores se mantengan estables a lo largo del tiempo. Además, esta estrategia permite sumar más de 10 puntos adicionales en WELL, una ventaja decisiva que a menudo marca la diferencia entre alcanzar el nivel deseado de certificación o quedarse a las puertas.

La exigencia estricta de calibración de los sensores IAQ

WELL es una certificación basada en el rendimiento, no en la teoría. Por ello, la guía oficial WELL Performance Verification Guidebook establece que:

"Todos los sensores de calidad del aire interior deben recalibrarse o sustituirse cada tres años, con documentación presentada en el formato exacto que requiere el IWBI".

El problema es que muchos equipos de proyectos descubren este requisito demasiado tarde, lo que genera retrasos en auditorías, costes imprevistos por visitas técnicas o lagunas de datos que ponen en riesgo la certificación. Para managers de sostenibilidad y líderes de proyectos, esto se traduce en incertidumbre, estrés y más carga de trabajo.

En inBiot, hemos visto este escenario repetirse en numerosos proyectos. Por eso creamos una solución que hace que el cumplimiento WELL sea simple y sin preocupaciones.

WELL Compliance Replacement: una solución llave en mano

Con nuestro servicio WELL Compliance Replacement, cada dispositivo MICA se reemplaza automáticamente por una unidad nueva y calibrada de fábrica cada tres años. El proceso es sencillo y seguro: no hay paradas, no hace falta coordinar técnicos y no existe riesgo de pérdida de datos. Además, la documentación se genera directamente en el formato oficial de IWBI, lista para auditorías y recertificaciones.

Este servicio elimina el riesgo de incumplimiento, reduce los costes operativos en comparación con las calibraciones in situ y mejora la eficiencia gracias a un proceso totalmente automatizado. En la práctica, se trata de una solución llave en mano que libera a arquitectos, consultores y gestores de sostenibilidad para centrarse en la estrategia y el diseño, con la tranquilidad de que la parte técnica del cumplimiento WELL está totalmente cubierta.

Mirando hacia el futuro: un cambio de paradigma en el mercado

Cada vez más organizaciones no solo buscan obtener la certificación WELL, sino mantenerla a largo plazo como parte de su estrategia ESG. En este contexto, la monitorización continua deja de ser opcional para convertirse en el nuevo estándar.

El mercado inmobiliario ya refleja esta tendencia: los activos con certificación WELL se valoran mejor, y los inquilinos exigen pruebas reales de la calidad ambiental en sus espacios de trabajo. En pocos años, será impensable diseñar un edificio saludable sin sistemas de monitorización continua, del mismo modo que hoy no se concibe un edificio sin sistemas de protección contra incendios.

En inBiot nuestro papel es ser un socio tecnológico que hace que el cumplimiento WELL sea simple, automático y accesible para cualquier proyecto, grande o pequeño.

Así, impulsamos la transición hacia edificios más sostenibles y saludables.

Descubra cómo simplificamos el cumplimiento WELL en calidad del aire interior.


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