En un contexto en el que la salud y la seguridad en las escuelas se convirtieron en una prioridad absoluta, el Departamento de Educación del Gobierno de Navarra lanzó una iniciativa a nivel regional para garantizar entornos de aprendizaje más saludables y seguros.

Su objetivo era a la vez ambicioso y con visión de futuro: desplegar un solución de monitoreo de la calidad del aire interior (IAQ) escalable y fácil de usar en todos los centros educativos públicos de la región.

El objetivo era permitir visibilidad en tiempo real de los datos de IAQ, promover ventilación eficiente basada en las condiciones ambientales reales, minimizar los riesgos para la salud para estudiantes y personal, y evitar pérdidas de energía innecesarias causado por una ventilación manual excesiva.

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• Para hacer frente al desafío, el Gobierno de Navarra implementó una solución de IAQ diseñada para escalabilidad, facilidad de uso y coordinación central. Un total de Dispositivos 700 MICA Mini con Conectividad WiFi se desplegaron en las aulas de las escuelas públicas de toda la región.

• Uno de los principales desafíos del proyecto fue ofrecer un solución unificada y lista para usar en una red amplia y diversa de edificios educativos, todo ello con plazos de implementación ajustados. Garantizar que cada dispositivo pueda conectar de forma segura a la red WiFi privada del Gobierno requerida preconfiguración precisa y una estrecha coordinación con los equipos de TI. Este nivel de implementación exigía sólida planificación logística y rigor técnico para garantizar una integración perfecta a escala.

• Cada dispositivo estaba preconfigurado para conectarse automáticamente a la red, lo que permitía instalación rápida y fiable en cientos de ubicaciones. UN panel de control personalizado proporcionó un monitoreo centralizado y en tiempo real de la calidad del aire interior en todos los centros, lo que permitió a los administradores de las instalaciones y a los responsables de la toma de decisiones obtener datos procesables.

• Para respaldar las operaciones diarias, los dispositivos presentaban indicadores visuales integrados que alertaba al personal docente cuando era necesaria la ventilación, lo que permitía una acción rápida e informada. La iniciativa también incluyó protocolos operativos y directrices claros, garantizando respuestas coherentes y toma de decisiones basada en datos en cada aula.