Datos que transmiten confianza y seguridad: Panel de Control global

October 2021

Tras 14 meses de pandemia por COVID-19 y ya cerca del final, en la sociedad hacemos balance del impacto que ha supuesto a nivel personal y profesional. Nos hemos acostumbrado a las métricas médicas, a los cambios continuos, a las videollamadas y a los planes de contingencia. Las empresas hemos aprendido a pivotar o reforzar nuestro modelo de negocio y reformular nuestra propuesta de valor. El sistema educativo ha sido un ejemplo de implementación de medidas sanitarias en tiempo récord en un marco pedagógico. Los centros de trabajo y las empresas han tenido que poner el foco en la salud de su personal, el capital humano base de cualquier negocio. Y para esto, las métricas, también son necesarias.

Necesitamos una cultura del bienestar basada en datos. En los datos, entre otros, de la calidad del aire interior de los espacios que ocupamos; en los datos que facilitan la información necesaria para controlar y adaptar las condiciones ambientales interiores al bienestar de sus ocupantes.

La percepción del bienestar puede parecer subjetiva, pero su fomento tiene repercusiones directas en la productividad de las empresas y sus plantillas. De hecho, una buena calidad del aire interior mejora el comportamiento, aumenta la velocidad de resolución de tareas, mejora la atención y la concentración y reduce el absentismo por bajas de baja gravedad médica (Fuente: The Healthy Homes Barometer 2019).

Garantizar información fiable y trazable, es clave. Que esa información sea fácilmente integrable e interpretable por el gestor de los datos, vital.

Es tan importante medir como hacer visibles e interpretables los datos para la tranquilidad de las personas usuarias de los espacios – sea el alumnado de un centro educativo, sus familias, el personal trabajador de un edificio de oficinas o quien gestiona el edificio. Gracias a la adecuada visualización de los datos de calidad del aire interior, es posible controlar su evolución y facilitar la comunicación y, además, es posible gestionar las acciones de mejora, como la optimización del sistema de ventilación y/o climatización que asegure la renovación de aire mínima.  

Tal y como comentábamos en un post anterior, la base de los sistemas DCV es el control de la calidad del aire interior y con ellos mejorar la salud y confort en los espacios interiores, con una mayor eficiencia energética de los sistemas.

La duda viene cuando la necesidad de control de datos y espacios monitorizados supera la propia capacidad de las personas responsables de esta tarea. Ya sea por tratarse de varios espacios monitorizados en diversas localizaciones (diversas aulas de un campus educativo, por ejemplo) o por incorporar el estudio de la calidad del aire interior desde distintos niveles de responsabilidad: usuario del espacio, sistema o equipo responsable de actuar sobre los sistemas de mejora, o el propio gestor del edificio.

¿Es operativo tener controlados más de 40, 80, 100 dispositivos de monitorización de la calidad del aire interior al mismo tiempo? ¿Cómo lo llevamos a cabo?

Desde inBiot apostamos por trabajar con una plataforma de visualización de datos propia, desarrollada para facilitar la interpretación de los datos de calidad del aire interior. La experiencia y el know-how acumulada en los diferentes proyectos, nos permite adaptar las necesidades de visualización. Por este motivo en proyectos de más envergadura, nuestra plataforma My inBiot se complementa con un panel de control global adaptado a las necesidades de cada cliente, que permite el mapeado de la calidad del aire interior de todas las ubicaciones, una interfaz personalizada, la definición y gestión de alarmas en función de los rangos deseados o el control y seguimiento de todos los dispositivos.

Panel de control global

En este caso, se ha desarrollado una interfaz personalizada para Gobierno de Navarra. Desde el Servicio de Infraestructuras Educativas se ha promovido la implementación de 700 dispositivos de calidad del aire interior MICA Lite, repartidos por toda la red pública educativa navarra. La utilización de este panel de control global personalizado permite controlar todos los dispositivos de un solo vistazo. Por un lado, desde cada centro se controla la evolución de la calidad del aire interior en My inBiot, y por otro, el equipo promotor de este proyecto y las entidades públicas implicadas pueden acceder a la visualización de datos de forma personalizada y según requisitos y rangos solicitados.

En inBiot apostamos por la innovación tecnológica como herramienta para aportar seguridad en la promoción de espacios saludables. Si quieres saber más sobre nuestros servicios y soluciones, contáctanos.

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